Tal día como hoy, hace cuatro años, mis pies, guiados por mi corazón me llevaron a Peñaranda de Bracamonte. Por aquel entonces, la biblioteca se llenaba de Blanca Navidad. Este año, Campanilla difumina sus luces mágicas y lo impregna todo de Brillante Navidad.
Y como todos los años, la lectura en voz alta ¿Qué es para mí leer?. Y yo, con mi cabeza en Lanzarote me encuentro con el abandono de las palabras, de las hormigas negras, y con la mente en blanco.
Menos mal que mañana es fiesta. Para celebrarlo, hoy comeré pasta con salsa de champiñones.
2 comentarios:
Bueno, Patricia, se te ve melancólica.
Sabía que te había añadido tu blog para seguirlo y... ¿dónde estabas? Acabo de volver a encontrarte.
Hola! Pues a veces no tengo nada que decir... Gracias por seguirme. Un abrazo.
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