Un domingo por la mañana se levantó temprano. Se dirigió al cuarto de baño arrastrando los pies. Se miró en el espejo. Las profundas ojeras moradas y una ligera arruga de hastío en el alma, le dieron la clave para decidir bajar la persiana del amor. Pondría un cartel: "Cerrado por descanso del personal".
12 comentarios:
Caray, Patricia, ¡qué duro! Eso de la arruga de hastío en el alma...
Yo lo he leído esperanzador... ¡por fin se le irán las arrugas y las ojeras! Aaays, que viva el poder subir y bajar persianas!! ;-)
Me encanta el nuevo formato y colorido...
Gracias, Noelia.
Jesús, todo según el cristal con que se mire, ¿verdad?
Besos!
Aunque creas que has "cerrado" la persiana, resulta que es el mejor momento para que algo surja : estás preparada NEO. ¡ arriba los corazones ! CQ
Un consejo: instálate un control remoto en las persianas. De lo contrario, igual cuando te decidas a abrirlas de nuevo te ven enseguida desde fuera y...¡zas!. Para la próxima, con calma :)
Buenas tardes Patricia, soy Javier,
no tengo el gusto de conocerte pero me gustaría que nos pusieramos en contacto lo antes posible para poder comentarte una propuesta para un evento que voy a organizar.
Disculpa que te escriba por aquí, pero no he sido capaz de encontrar tu email.
Te agradeceria que te pusieras en contacto conmigo al email: jsanchidrian@grupo-mas.es y te paso un telefono donde comunicarnos.
No te importe la hora o el día.
Muchas gracias
Un saludo
JSM
patricia, siempre tan maravillosa, sencillamente me encanta la manera en que cuentas las cosas, incluso esas que uno no sabe a veces ni por donde empezar a contar.
un abrazo enorme.
Gracias, Chelo ;)
Podría ser hoy, que es domingo. Yo la dejo entreabierta por si acaso.
Una bonita metáfora para una decisión dificilísima.
Salud!
pepe, el brazo hace menos esfuerzo al bajar las persianas que al subirlas. Y no te digo nada de las persianas enormes que hasta hacen falta dos. Si bien, es una opción dejarla entreabierta pero hay que mirar bien cuánto hueco dejar, porque a lo mejor es demasiado pequeño para ver o para que ser visto o demasiado grande, y para eso no hace falta bajarla.
Valiente decisión, bonitas palabras ;-)
Si, a veces vienen esos días...
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